El Lazarillo y don Quijote

- ¡Basta, caballero!
Basta de golpear a los monstruos.
De cortarles las siete cabezas
para liberar a tu dama.


- Déjalo, Lázaro, apenas sueños de aventuras
que sólo son aventuras de sueños.
- Digo a vuestra merced
gran Caballero:
Que yo encontré dos monstruos
que no podrán matar
los venideros milenios:
el Hambre y la Riqueza.


- Dices verdad, joven,
yo encontré monstruos
en toda la heredad de mi cordura:
el Dolor, el Desamor, la Injusticia;
pero tengo el coraje suficiente
para sembrar la tierra de verdades.
De cabalgar hasta el último amanecer
de todas las astronomías,
donde quede un planeta,
más allá del rubicundo Febo,
seguiré cabalgando
buscando primaveras.


- Señor caballero,
es la estación del hambre
en todos los planetas.

LA HERIDA

Mía.
Por complicidad de sangre.
De siglos genéticos de sueños,
para ese despertar azorado del espíritu.
Soy el mismo de ayer
viajando con mis antepasados
y esta propia esperanza.

Necesito un punto de apoyo
entre Dios y la vida
y podré comprenderme.

Nada está quieto en mí,
heroicidad de vivir entre el cielo y la tierra.
Y esta lucha que sangra así:
inasible latido a latido.

El amor de todos los seres
me nutre de mundo.
Surjo del amor de todos
pero la herida es mía.

Esta herida,
que vive como si fuera yo mismo.
Como si ella fuese el hombre.
Y yo,
la sangre que gotea,
más invisible que el olvido.

FUEGOS FATUOS

Aunque uno esté muerto
sigue viajando en la tierra.
En la misma órbita
impredecible de la vida.


¡Vano es el reposo!
Nuestros huesos siderales
tienen mucho de estrella.
A veces, también,
pueden brillar sobre la tierra.

AL POETA DE LA CALLE AEREA

Por esa boca negra
de todas las palabras,
pudiste entrar al poema,
a la única latitud
en la que se ven los huesos.
El mirador mas alto
donde la sangre
con el misterio a cuestas 
desafía tinieblas.


Tenemos que organizar nuestros sueños
sin otra dirección que la vida,
ahí, sin pactar
con la suerte
el canje de una tregua.


Estás de pie. Inseparable.
Cortando el amanecer.
Mirando el silencio de nuevo.
Siempre habrá un minuto
que junte los días
en una sola luz.
Te veo entrar por las puertas de las palabras,
habitarlas de fe
y ponerlas a custodiar nuestras almas.

EL POETA TIENE HAMBRE PORQUE NO EXISTE

Cuelgan de los países desde el agujero abierto
en el infinito.
Aquel profesor pretende explicar por qué caen
los ojos cuando el idioma parpadea.
Una pareja joven, hace el amor con neologismos;
desorden, caos, grita el psicólogo,
aún no les ha crecido un diván en la sangre.
Un Yo y un Nosotros creen reconocer el sexo
de las galaxias que tendrán endecasílabos.
Los hombres están olvidados.
Los sacerdotes cobran salarios para no encontrar
peregrinos que puedan hablar del verbo de los dioses.
Las computadoras controlan cinco millones de años
de códigos genéticos. Temen que el niño de la probeta
sea ególatra o gobernante.
Abandonados.
Sin que nadie explique para qué estamos
en cualquier planeta.
Alguien pone medallas a las horas laborales.
Los hombres son héroes olvidados de la vida.
La batalla final sigue en su sitio,
aún no ha sido comprada por nadie.
El mejor postor, al ajustar a su conveniencia
la cantidad de armas y de muertos,
descubre que le hacen falta más muertos.
Aquello profesor docto en palabras
dice en medio de poemas que no entiende
y que duelen con sangre de la vida:
“los poetas no existe, son una creación de la poesía”.

COMPLICIDAD TERRESTRE

Alguien parecido a mí
escribe en mi alma.
Sé que hay nosotros
en el día desconocido 
de nuestra sangre.


Los hombre están ocultos,
agazapados,
esperando que se abra el infierno.


Seres sin rostros
custodian cerrojos de sombras.
Prisioneros de nuestro pasado
nos caen idiomas a gritos.
Comprendemos que nos encierran las palabras
y somos cómplices
de un miedo de siglo
entre nuestros silencios.


La forma se diluye.
Unicamente sombras.
Sombra de luz
que espera la última cosmogonía

TABALAGO

Llevo un silencio oscuro.
El espacio salta a mi costado,
mi caída es un sueño
en donde todo está despierto.
El gesto de las líneas escritas
es un pase de voces multiplicadas.
El cielo resbala por el viento,
solo confió en mi ausencia
pero nadie trae mis pies
ni la tierra para andar
el prado está lejos
tiene mucho árbol, de sangre, de misterio,
es imposible convencer a mis muertos
de que estoy vivo
a lo largo de toda mi ausencia.
Y estos fantasmas
que mi propia imaginación los hace reales
deben convencerse
de que estoy cuerdo
y que el conflicto
está entre la reciprocidad de las cosas,
entre la luz y uno,
mas que entre los hombres,
y el tiempo y el espacio
desaparecen para hacerse sombras.
Somos un cristal en el interior de la célula,
un grito alargado de mentiras verdaderas
y mas atrás de todo lo prieto en la luz
nos espera el sitio de la ausencia.
Si restituyo mi realidad y existo sin mí,
no podría asombrarme de que
            | todo el universo sea una célula,
un guijarro en un camino de otra dimensión,
un pequeño latido de un monstruo
nosotros prendiendo lámparas
entre brumas infinitas.
Ustedes son mis muertos
no se extrañen de que este pequeño hoy,
sea para nosotros un día entre siglos.
No estamos solos
iluminemos la tierra
y no pensemos más en el olvido.

DIOS SIN MI

Conviérteme en  mi.
Hoy que he plegado todas mis vidas
a la única célula que falta
aunque a la hora de abrir y cerrar las palabras
vuelva a invadirme el mundo.

Quiero ser yo desde adentro de mi propio barro
Caminar mi geografía
Hasta las fronteras de mi hermano
Solidariamente solo
Restituyéndose para venir a mí
Recomponiendo el amor entre las ruinas.

Las sombras caen sobre mi destino
Por donde ahueca mi voz tu silencio
Tal vez dudes y te reconstruyas
Y ensayes otra piel para entender las penas.
Desde adentro del hombre
desde el dolor oscuro donde se ve la tierra
se refracta la luz del cataclismo
y mis huesos
con sonidos de espejos
se trizan con tu imagen
desordenando el mundo.

LA MUERTE NO PROHIBE SER POETA

No sé de qué estoy vivo.
Vengo a visitar los días
y el tiempo olvidó memorias pro mis ojos.
Debo dejar la soledad intacta,
borrar mi silencio habitado.
Existo.
Es la señal.
Se puede morir en el mismo dibujo
y tu rostro
apenas un complemento del destino,
un paso por la sangre
un relámpago hacia nosotros,
con todo el infinito al cual no volveremos
para intentar de nuevo ser principio.
Y el día converge
en el sitio adonde espero.
Pongo un sueño dentro de otro sueño,
con la muerte suspensa
a mitad del cansancio.
Hay un silencio que ha nacido
para decir amor y volver al silencio.
Y todo está a los pies de la ausencia:
un escombro de días adentro de otros días,
una esperanza voraz,
y el tiempo se detiene.
Paso a trasluz de mi esperanza,
atravieso mi voz
y sigo mi camino.

SONETO DE MIS CUATRO SILENCIOS



Gracias por el silencio de un segundo,
Cual llegado el fin del universo.
Sé de un silencio igual, lejano y terso
Antes del alba con que nació el mundo

Sólo el hombre, ese pobre vagabundo
Vive con él, pero lo lleva inmerso
Todo su fluir regresa verso a verso
Cuando busca el silencio mas profundo.

Sé de otro, el de antes que  he nacido.
Frágil , liviano a un llanto amanecido,
a la palabra a la que ahora vuelvo.

Fue a la luz mi locura y fue mi grito
Hoy por eso Señor  todo contrito
Porque es tuyo el silencio lo devuelvo.

HERMANO COSMICO

Al extremo de un sueño
fuera de las rutas del tiempo
donde comprendemos
que no existimos,
está el encuentro.


Un lugar
donde el sueño 
se toca con las sombras
y las luces que aún no existen.


Quién se volverá palabra
en tanto abismo.

EL POETA TIENE HAMBRE PORQUE NO EXISTE

Cuelgan de los países desde el agujero abierto
en el infinito.
Aquel profesor pretende explicar por qué caen
los ojos cuando el idioma parpadea.
Una pareja joven, hace el amor con neologismos;
desorden, caos, grita el psicólogo,
aún no les ha crecido un diván en la sangre.
Un Yo y un Nosotros creen reconocer el sexo
de las galaxias que tendrán endecasílabos.
Los hombres están olvidados.
Los sacerdotes cobran salarios para no encontrar
peregrinos que puedan hablar del verbo de los dioses.
Las computadoras controlan cinco millones de años
de códigos genéticos. Temen que el niño de la probeta
sea ególatra o gobernante.
Abandonados.
Sin que nadie explique para qué estamos
en cualquier planeta.
Alguien pone medallas a las horas laborales.
Los hombres son héroes olvidados de la vida.
La batalla final sigue en su sitio,
aún no ha sido comprada por nadie.
El mejor postor, al ajustar a su conveniencia
la cantidad de armas y de muertos,
descubre que le hacen falta más muertos.
Aquello profesor docto en palabras
dice en medio de poemas que no entiende
y que duelen con sangre de la vida:
“los poetas no existe, son una creación de la poesía”.

TEOREMA EN SOMBRAS

Somos el día y la noche
en nuestras células,
el silencio infinito
donde la tierra está viva de muertos.
Las sombras vuelven sus fauces
al giro del planeta;
en el fango,
el tiempo
no estira el bisel de los huesos
y los hombres caminan
sobre el dolor y la agonía.
Existimos.
Es lo irreal,
no estamos en ningún lado,
somos el revés de Dios.
Es el quién está en todas partes.
Nosotros aún en la nada
somos la ecuación del mundo.
Si al menos pudiésemos dibujar
esta pesadilla en el sueño de Dios,
voltearíamos las aspas del universo.
Nadie ha soplado el barro sideral:
nacemos de nuestra propia sombra.

A UN POETA DE UN IDIOMA PERDIDO

Tus poemas tenían palabras.
Palabras sueltas y barridas por los siglos de los hombres.
Podemos rehacer tu luz en sueños,
pero no el estallido de la alquimia,
la multiplicación del significado de la vida.
Abismo de idiomas olvidados.
Tierra abandonada de ciudades destruidas.
Sangre, llanto.
A donde dejar el poema.
Que sitio cabe entre el olvido y la sombra
en ese olvido que es también un epitafio oculto.
No somos el río ni el álgebra secreta del tiempo
y debemos responder al sueño,
al rastro de las palabras en el aire.
Qué planeta volverá a traer tu recuerdo.
Dónde se tocarán estos poemas,
afuera o adentro del último diccionario cosmogónico.
Somos unos cuantos días superpuestos en nuestro sino:
el alumbramiento de algunas palabras
y nacemos en barro ferviente
de humus enlutado por la historia.

LA ECUACION SABE MAS QUE LOS HOMBRES

Somos distintos de nosotros mismos.
El espejo nos devuelve
el rostro olvidado.
Confiamos en algo que amamos.
Algo extraño a todo lo real.
Un más allá
que toca nuestras manos
y no lo comprendemos.
Pero está ahí
detrás de la esperanza,
diferente del universo real,
distinta del ser que no es
pero es eso
y tal vez no exista.

LA TERRIBLE SUMA DE LOS DIAS

Y toda esta tarea
de multiplicar
a través de mí las horas,
las direcciones invisibles de la tierra,
la implacable savia de las brumas
y apenas soy un día.
Una lámina espiritual
que sirve de blanco a la luz.
Un cristal que refracta el futuro,
que se vuelve sombra
y crece en fascinante alucinación
hacia la tierra.

EL FUTURO PRESIENTE

Somos
porque heredamos sueños.


La luz de recuerdos infinitos
presiente más que las células.


Existimos fuera de nosotros
Los ríos universales
llevan sueños,
por eso despertamos
y comenzamos a vivir.

EL BARRO ESTA HECHO DE HOMBRES

El barro está hecho de hombres,
Dios a soplado un sueño

EL ULTIMO TRABAJO DEL OLVIDO

La ciudad volvía
sobre mis pasos-
Me seguía y no estaba solo.
Alejaba la sombra de los siglos
a un alto horizonte de balcones.
No podemos separarnos.
Una piedra es un árbol,
el aire es la tierra.
Una brisa fresca atraviesa
mi sangre.
La ciudad me persigue,
mis ojos están frente a sus ojos
y lloramos.

TU ROSTRO HACIA TI

Y si no está la muerte
lo mismo, todo es una elegía.
Tu paso,
el río,
el mundo:
tan sólo una sonrisa a la nada.
Pero aún somos salvos.
Anuncia el amanecer
que nos separamos de sangre
La llave del universo
viaja hasta el olvido.
La resurrección desintegra luces
en un lugar del tiempo.
No detendremos la noche,
habrá una ausencia de tierra y lágrimas
y el sueño de mis antepasados
sufrirá el adiós
viajando entre siglos y sombras...
sin otro amanecer
para tus abrazos

AMANTES JUNTO AL RIO

Repartamos los besos,
el tiempo de toda juventud.
Yo no te ofrezco nada
sólo el límite de andar,
de creer
con una extraña fe en la sangre que nos separa.
Dejemos solo al tiempo,
volvamos la arena hasta el principio,
acompañemos su universo
y olvidaremos envejecer muy pronto.
Si no fuera tu amos rechazaría el pan y el reino
y aquí mismo
pondríamos a practicar mis primeras arrugas
para el único camino en la historia del hombre.

EL JUEGO INCIERTO

Yo soy mi hermano
el que perdió el contorno.
Se que somos dos en mi
y no podemos encontrarnos.
En la mitad justa de las palabras
en el centro geográfico del silencio,
quién duerme?
Cual de nosotros vive?
Te prometo encontrar al que te ama
retirarle los ojos, 
el amor y los besos
y dártelos a tiempo,
antes que tu también descubras
que estás fuera de mí
y fuera de ti
con los ojos absortos. 

DOS COPAS DE CRISTAL EN LA NOCHE

Hay sueños en tu copa...
Escucha su vibrante sonido...
Es el mismo sonido del brindis
en la enorme intimidad de tu tiempo y el mío.


Brindemos por tu belleza, 
por todo lo que escapa de tus ropas
en gritos frutales y silvestres 
palpitantes de aromas...


Brindemos por la soledad 
aunque nunca estaremos solos.
El mundo nos rodea
y no es suficiente cerrar los ojos
buscando soledad para nosotros.
Tampoco podemos eliminar al mundo
para quedarnos solos.


Brindemos por el amor, 
el nos guarda en nosotros
adentro de esta música
abierta en la penumbra luminosa.


Brindemos por los dos,
hay algo que nos agranda,
nos levanta por sobre de las cosas,
que a veces nos hace falta estas solos
si no por encima de todo.


Juntos...
Por nuestro amos y sus secretos.
Con todas mis promesas
y los días sonrientes del recuerdo.

POEMA PARA EL AMOR

Cuando tienen tus manos
mi debilidad y mi fuerza
y eres dueña de todo,
                                     recuerdo:
Aquí llorarte el grito;
este cuarto se arrepintió contigo
pero dijo – No tarden –
y volvimos…
Crecimos puntualmente.
Aquí no importa el nombre,
yo te digo Amor
y suspiros y quejas,
y un aahhh, largo y ceñido
sustituyendo al mundo.
¡Que importa nada
si todo es este reino!
Si estas cuatro paredes
se esfumaran de pronto
y nos vieran desnudos,
no tendrías vergüenza.
Estamos antes que la manzana
y la serpiente
llegamos antes que la luz.
Ahora que nos encontramos
en el tiempo y el espacio
para reconstruir el amor,
tenemos que ocultarnos
para no ser culpables…
Cúbreme en tus brazos
que ya me iré callando
y así mataremos al mundo.